Una cómoda caminata de dos horas es la mejor forma de descubrir los maravillosos contrastes que encierra El Hierro. El sendero de La Llanía, uno de los más populares de la isla, parte de Valverde, en el nordeste, para adentrarse en paisajes que resultan casi hechizantes. El Brezal, un bosque húmedo y tupido, conduce a caminos poblados de helechos que llevan a tierras más blandas y desnudas, y a las arenas negras de una de las calderas mejor conservadas de la isla, que precede al grandioso paisaje del Golfo. Son siete kilómetros de ida y vuelta con mucha magia y belleza.